El pasado 31 de enero en el Museo del Patrimonio Municipal de Málaga, organizado por el Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental tuve el privilegio de presentar el mayor estudio internacional sobre el deseo femenino llevado a cabo hasta el momento. El informe incluye más de 22.500 encuestas realizadas en 71 países.
Las conclusiones constituyen el resultado de un extensísimo trabajo realizado durante los últimos cuatro años. El “Proyecto Desea” se ha convertido en el estudio más amplio y exhaustivo realizado hasta el momento sobre deseo femenino. Parte de los datos de carácter clínico fueron presentados ante la comunidad científica internacional el pasado 13 de octubre de 2019 en el marco del World Congress of Sexual Health, en México y otra parte fueron esbozados durante las VI Jornadas de Actualización de Sexología Clínica celebradas en Málaga y organizadas por Instituto Andaluz de Sexología y Psicología.
Desde el Instituto Andaluz de Sexología y Psicología de Málaga y, después de más de tres décadas de experiencia, se pudo proyectar una radiografía detallada de lo que constituye el deseo sexual hipoactivo, siendo éste la disfunción sexual más frecuente en mujeres. El reto al que me he enfrentado ha sido el de avanzar en la búsqueda de soluciones eficaces poniendo sobre la mesa la “patologización excesiva” que ha recaído sobre la mujer, sin tener en cuenta por ejemplo, cómo van las relaciones de pareja o, sin considerar si el origen de ese desinterés por el sexo pudiera ser “la persona que tenemos al lado” o los conflictos de pareja, en lugar de una posible causa endógena.
Esta variable ha supuesto precisamente el foco del estudio, además teniendo en cuenta que el 28% de las mujeres en edad reproductiva en España manifiestan falta de deseo sexual.
Para ello se han investigado diferentes perfiles en distintas nacionalidades, según el tipo de relación en pareja que se mantiene, el motivo que ha dirigido la elección del vínculo, la orientación, la ideología, el nivel académico, las expectativas sexuales o la educación sexual.
Mis primeras investigaciones sobre la prevalencia de los conflictos de pareja en la falta de deseo sexual femenino se remontan a 2005. Pero ha sido en los últimos cuatro años, cuando fui el primer español elegido para presidir la Academia Internacional de Sexología Médica y, en colaboración con Francisco Javier del Río Olvera y Marina Cabello cuando hemos profundizado de lleno en este ambicioso trabajo, “Proyecto Desea”, destinado a convertirse en una referencia científica y demoscópica sumamente relevante sobre esta disfunción sexual en mujeres.
Con posterioridad dará continuidad a este proyecto con un estudio que explore y se adentre en los conflictos de pareja en una segunda fase y, en tercer lugar, ahondará en el vínculo que existe entre el deseo y los traumas.